1.- Ayatollah
2.- Matar Jipies en las Cies.
3.- Mario (Encima del armario)
4.- Purdey
El Colegio Alemán
Julián Hernández y Alberto Torrado se conocen desde los cuatro años. Fueron juntos al Colegio Alemán. La afición de ambos por la música comienza a través de familiares: el primo de Julián, Luis, tiene discos de
Cream,
The Rolling Stones y de
blues, y el hermano mayor de Alberto posee algunos vinilos de
The Beatles y de
The Shadows, además de un bajo eléctrico. En el colegio los dos se hacen más amigos debido a su gusto común por la música, de momento por artistas como
Andrés Do Barro por parte de Julián, y a los diez o los doce años comienzan a escuchar grupos
glam como
Slade y
T. Rex, y música chicle como la de
Suzi Quattro o
Redbone.
Juntos van comprándose para poder tocar algunos libros de acordes de
The Beatles o
The Rolling Stones. Más tarde, a los trece años, Julián y Alberto comienzan a interesarse por grupos más
progresivos, como
Pink Floyd,
Soft Machine,
Jethro Tull y
Frank Zappa, y, cuando los obligan a entrar en el equipo de balonmano del colegio, se pasan las horas en la banda, hablando de música mientras les meten goles por todas partes. Junto con algunos amigos más que comparten su afición se van juntando por las tardes, después del colegio, cada vez en casa de uno, para escuchar sus discos.
El Instituto del Calvario
A los catorce años Julián y Alberto terminan sus estudios en el Colegio Alemán, pero tienen que convalidarlos en un instituto reconocido, y el que resulta más cercano para el primero es el Instituto del Calvario, donde su madre da clases de dibujo; Alberto, por su parte, se va a otro distinto, aunque no por ello dejan de verse, ya que de vez en cuando quedan para tocar e intentar sacar algo coherente con dos guitarras españolas.
El
20 de noviembre de
1975 muere el general
Francisco Franco, por lo que se decretan vacaciones por luto nacional, y Julián vuelve a su casa antes de lo normal. Al llegar lo llama Alberto, que le dice que vaya a su casa para enseñarle algo, así que Julián en cuanto termina de comer corre para ver qué es. Se trata de una guitarra eléctrica Ibanez negra imitación
Les Paul que le ha regalado su madre, viendo que a su hijo le gustaba la música, y un amplificador antiguo de válvulas Jomadi que le ha prestado su hermano para poder tocar, lo cual entusiasma a Julián.
Gracias a los conocimientos de Miguel extraídos de Disco Express se enteran de que Jethro Tull, antes de triunfar con ese nombre, se lo cambiaban cada domingo; así que deciden no ensayar ese día y dedicarlo a pensar un nombre para el grupo. Finalmente llegan a la conclusión de que tiene que ser el nombre que sea más «Blues Band» al final, llegando a llamarse de formas como «Mi carro no me lo robaron que lo presté Blues Band». Dentro del repertorio de la banda se encuentran temas originales medio improvisados como Hace calor, Tu abuela siempre saca el brazo por la ventanilla, Una gota en el cogote y el instrumental Vigo, Tennessee.
A estas alturas no hay un concepto de
punk en la actividad de la banda: se trata simplemente de una típica gamberrada de unos chavales de instituto con zapatillas y vaqueros, hasta que van todos a un concierto de
Cucharada en el que presentan un espectáculo titulado Irrevocablemente inadaptados que cambia su forma de ver la música. Se lleva a cabo en el salón de actos de la Iglesia de los Capuchinos, y en ella el bajista,
Manolo Tena, sale a escena vestido de monja, y en un momento dado sale un espectador de entre el público y le pega un tiro al cantante, vestido de
Tío Sam. Esto hace que el grupo comience a querer ser como ellos y que compren los disfraces que usan, se sepan e intenten tocar todas sus canciones, etc.
Este nuevo lanzamiento le suma popularidad al grupo, lo que hace se organicen cada vez más conciertos, aunque a veces con altercados: en una actuación en la Sala Zeleste de
Barcelona alguien de la primera fila le propina un botellazo en la pierna a Germán. Debido a este suceso el grupo se queda por unos días sin cantante, así que llaman a quienes organizan su próxima actuación en la discoteca La Mandrágora en
León, el cuatro de febrero, para decirles que o van solos los tres o no van. Finalmente van los tres, Alberto y Miguel desde Vigo en coche con sus respectivas novias y Julián desde Madrid en coche, asumiendo Miguel el papel de cantante.
También durante ese concierto ocurre un percance. Justo al salir a tocar una mujer en estado de ebriedad coge un cenicero grande de cristal y golpea con él a Miguel en una oreja. Ésta es la razón por la que Alberto y Julián permanecen el resto de la noche, mientras él es atendido en la casa de socorro por diversos cortes y contusiones, repitiendo: «No volvemos a actuar» a los presentes. Más tarde Miguel comenta, sobre los altercados en los conciertos, que por él pueden tirar latas, pero que traten de bebérselas antes de lanzarlas. Al día siguiente, el titular en el periódico El Norte de Castilla es: «Siniestro Total: “No volvemos a actuar”», y Alberto y Miguel, ya recuperado, vuelven a Vigo, mientras que Julián regresa a Madrid en autobús para ver a los Damned.
El adiós de Germán
Tras el disco ¿Cuándo se come aquí? ,uno de los discos más punk más laureados de la historia de España, Germán contacta en Madrid con el multiinstrumentista Teo Cardalda, con el que forma un dúo, en principio tan sólo un pequeño proyecto paralelo a Siniestro Total, con el nombre de Golpes Bajos; de modo que compagina su actividad en los grupos estando de lunes a viernes en Siniestro y los fines de semana en Golpes. Pero el momento decisivo llega cuando con este último grupo envía algunas canciones para participar en el Concurso de Maquetas de la revista Rock Espezial (que actualmente se denomina Rock Deluxe) y juntos ganan el primer premio. Poco después y debido a este éxito, Golpes aparece en el programa La Edad de Oro de Televisión Española presentado por Paloma Chamorro, donde Germán no menciona que también pertenece a Siniestro Total.
En el séptimo, En beneficio de todos, dan un paso atrás y vuelven al rock clásico, pero las letras evolucionan y se vuelven algo más complejas. En el octavo y el noveno, Made in Japan y Policlínico miserable respectivamente, el rock se hace más duro, casi rozando el
heavy metal en algunos casos, y las letras se tornan más oscuras y críticas, especialmente en el segundo. En el décimo, Sesión vermú, el rock se suaviza un tanto, aunque sigue siendo duro, y se añaden instrumentos como
órgano y sección de vientos, mientras que las letras, aunque complejas todavía, vuelven a tratar sobre temas mundanos. En el undécimo, La historia del blues, dan un giro inesperado y su estilo se vuelve repentinamente
blues, como su propio título indica, y las letras están basadas en los textos de otro autor de blues,
Jack Griffin, con lo que tratan sobre temas mundanos pero no propios. En el duodécimo, Popular, democrático y científico, vuelven al rock, en esta ocasión cercano al
grunge, y las letras vuelven a tratar temas cotidianos.